La crispación y los enfrentamientos políticos entre bloques cada día restan más protagonismo a propuestas políticas que den respuesta a los problemas reales de los ciudadanos y distintos colectivos en nuestro país. Mi pregunta es: en el debate de investidura de esta semana, ¿quién se ha acordado de las pymes y los autónomos?

Es evidente que todos hablan sobre ellos, los nombran, dan soluciones generalistas que podrían estar replicadas en cada una de las distintas intervenciones de los dos partidos mayoritarios, pero ¿qué queda de todo eso como titular en prensa? Nada. Ya ni siquiera en la económica, antes llamada “de color salmón”.

La voluntad de reforma es tan poca en el panorama político actual que ya ni utilizan a las pequeñas empresas como arma para ganar votos electoralmente. En campaña o discursos prometen y prometen y cuando estás terminan y empiezan a gobernar, de lo prometido, nada cumplido.

El fuego de misiles cada vez más grandes para lograr el poder entre las trincheras hace invisibles los problemas de nuestros negocios. España está perdiendo capacidad de emprendimiento y la poca capacidad que tenemos en muchas ocasiones es para generar autoempleo de baja calidad que termina normalmente fracasando.

Hay datos que siguen demostrando la necesidad de reformas que reviertan la senda tomada en algunos sectores. Sirva como ejemplo el número de afiliados autónomos del comercio minorista, en su mayor parte pequeños comerciantes, que era de 486.142 en agosto de 2023, 13.770 afiliados menos que en el mismo mes del año anterior (-2,8% interanual), según el Cuaderno de Indicadores de Comercio Interior, del propio Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

En el debate de investidura este dato no se ha citado, pero si se hubiera llegado a mencionar habría sido para arrojar de una a otra trinchera esos 13.770 autónomos menos en el ámbito del comercio minorista. Aportar soluciones en forma de reformas del comercio minorista, eso sería otro cantar.

Mas allá de políticas que favorezcan el comercio minorista en el ámbito local, que ya se están desarrollando, España lleva años necesitando una legislación de carácter estatal que conlleve una reforma y modernización de este comercio. Por ejemplo, impulsar legislaciones que ayuden a aplicar soluciones de índole tecnológico, como puede ser la creación de “marketplace b2b” para optimizar la cadena de suministro en el comercio minorista y evitar parte de la intermediación que provoca el aumento de precios finalista y por tanto perjudica la competitividad del pequeño comercio. Pero ni siquiera prácticas tan sencillas como esta se ponen en marcha.

Como este ejemplo sobre el comercio minorista, su problemática y la necesidad de reformas, se podrían poner muchos más a debate: la lucha contra la morosidad y cómo atajar los largos plazos de pago en alguno de los sectores de actividad -reforma que lleva años estancada en un régimen sancionador para los morosos que nunca llega-, la reforma necesaria de nuevo de los sistemas de contratación pública -que sigue sin estar adaptada a un marco de competitividad en igualdad de condiciones entre pymes y grandes empresas- o la reforma sobre el control y lucha contra la economía sumergida, que tanto daño hace a aquellos pequeños empresarios que cumplen sus obligaciones legales y tributarias.

Es necesario el debate de la situación y de la política económica en España y, en particular, sobre las propuestas políticas de apoyo a uno de los colectivos que más contribuyen al desarrollo de nuestro país.

Hay que sacar muchos temas del fuego cruzado entre trincheras: es necesario el espacio de debate y opinión para que una de esas materias que quede fuera del fuego cruzado sean las pymes y autónomos.

Miguel Angel Robles Elez-Villarroel

Socio Fundador

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